EL ELEFANTE ANIMAL SAGRADO Y BENEFACTOR

Al elefante se le conoce como un animal “precioso” y no es solo por su tamaño e imponencia, sino también porque se le considera portador de la joya que cumple los deseos y posee la energía suficiente para sostener el mundo.

Es el símbolo de la fuerza, la prudencia, la energía y el buen juicio, o sea, las cualidades de un líder sensato, responsable y honrado. También se le asocia con atributos como la sagacidad, la longevidad, la prosperidad y la felicidad.

En India y China, el elefante representa el poder soberano. Por ello es el animal vinculado a la autoridad del jefe familiar. Su presencia en el hogar significa la consecución de todas las aspiraciones y la atracción de la buena fortuna.

El elefante era la montura majestuosa no sólo de los gobernantes hindúes sino del dios del trueno y la lluvia, Indra.  Ganesha con cabeza de elefante y cuerpo antropomorfo era el dios de la sabiduría, de la inteligencia y de la abundancia.

Así, el elefante llegó a simbolizar no sólo las cualidades necesarias para el buen gobierno (dignidad, inteligencia, prudencia) sino también una gama completa de beneficios generales como paz, cosechas generosas y lluvia.

Para los budistas, el elefante es sinónimo de conocimiento espiritual y de lo inmutable.

Un par de elefantes ubicados a la derecha o a la izquierda de la entrada principal propicia la llegada de la buena fortuna.  Se recomienda colocar el elefante con su trompa apuntando hacia adentro de la casa o negocio para que le indique a la “suerte” hacia donde debe ingresar.

Es preferible que este elefante o elefantes que coloquemos en nuestra casa o negocio tengan su trompa para arriba, pues esto representa el camino ascendente al éxito. Hay quienes suelen ponerles ofrendas como granos de arroz o agua. Otra práctica común es colocar arrollados entre su trompa billetes de lotería.

También podemos llevar un elefante con nosotros, ya sea en forma de dije, aretes o pulsera.  Esto será un recordatorio de que debemos ser pacientes, fuertes y perseverantes para alcanzar nuestras metas en la vida.

No importa el color, el material o el precio de nuestro elefante, lo fundamental está en las cualidades positivas que este animal representa.