EL PODER DE LA ORACIÓN

Cuando pensamos en orar, la mayoría de las veces deseamos en mitigar el dolor o sufrimiento de alguna persona o de nosotros mismos. Cuando estamos enfermos o tenemos  alguna pena, recurrimos a la oración, la cual nos dará valor y nos reconfortará y calmará cualquier angustia.

Otras veces la oración es gozosa, pues tiene el propósito de agradecer a nuestro ser superior todas las dádivas, bendiciones y experiencias enriquecedoras que hemos recibido en esta vida.

Sin importar con cuál credo religioso o espiritual nos identifiquemos, si oramos con fe, si oramos con esperanza, nos vamos a sintonizar con aquel Ser Supremo que iluminará nuestro entendimiento y mitigará nuestros problemas, ya sean físicos o espirituales, por más complejos e insolubles que parezcan.

Cuando se reza con fervor, la vibración de las palabras llega al cielo. La oración es la clave misteriosa que convierte lo malo en bueno, las sombras en luz y el dolor y sufrimiento en alegría y regocijo.

Cuando a través de la oración, abrimos el corazón a nuestro Dios, le contamos nuestros problemas, sufrimientos y penurias. Siempre escucha, como escucha un padre amoroso a su querido hijo.  Nadie nunca, está solo, aunque nos sintamos ignorados por todos los que nos rodean.

Ese ser superior nunca abandona ni relega y siempre espera con los brazos abiertos. Pidamos rezando con fervor, y se abrirá una puerta, aparecerá un nuevo camino y la luz brillará de nuevo, recobrando el sentido de nuestra vida, dándole nuevas motivaciones a nuestra existencia.

Muchos perfumes, velas, inciensos y baños requieren ser acompañados de alguna oración para focalizarnos en el objetivo que queremos lograr con un determinado ritual.

Aquí compartimos 3 hermosas oraciones:

 *Oración de Gracias

Dios mío, gracias te doy por la luz que recibo, tú eres mi salud, mi esperanza, mi fe, protege a mi familia, apártame de todas las miserias del mundo, líbrame de perecer con el mal, tú eres mi alegría, mi paz y mi felicidad eterna.

Dios, infinitamente bueno, que vuestro nombre sea siempre bendecido por los éxitos que me has concedido. Sería indigno si me lo atribuyese a la casualidad o a mi propio mérito.  A vosotros espíritus buenos, que habéis sido ejecutores de la voluntad de Dios para mis éxitos, a vos sobre todo, mi ángel guardián os doy las gracias. Aleja de mí el pensamiento de enorgullecerme y déjame solo hacer el bien. Amén.

 *Oración de los buenos negocios

Yo reconozco que Dios es mi abundancia y prosperidad infinitas.  La riqueza de Dios fluye hacia mí en avalanchas como fluyen los ríos hacia el mar. Sé que Dios Todopoderoso, padre de luz y de amor, cada día me hace prosperar en mis negocios, pues el espíritu de la abundancia está conmigo en todo momento y en toda circunstancia, y por lo tanto, jamás y nunca ha de faltarme nada.  Gracias Padre que me has oído, amén.

*Oración Abre Caminos

Dios Todopoderoso, Tú que todo lo puedes, haz que mi vida cambie para bien y que todo lo nefasto quede atrás para siempre, que la luz, la fuerza y la abundancia tanto material como espiritual sean mi estandarte.

Padre Creador, abre mis caminos, para que todo lo bueno se manifieste en mi vida, pues estoy cansado de sufrir.  Yo también soy tu hijo y tengo derecho a todo lo bueno que tú representas.  Gracias Padre, que esta es la verdad y es mía, amén.

“Piensa y pídele al Padre Creador, con todas tus fuerzas, con todas tus emociones y sentimientos que ÉL te escucha siempre y todo lo puede y por sobre todas las cosas te ama y siempre quiere lo mejor para ti”.