¿QUÉ SON LAS ESTRELLAS VOLADORAS?
Con frecuencia y sobre todo cerca de las festividades de Año Nuevo Chino, se nos dice que debemos mover algunos objetos de lugar, que no debemos remodelar o hacer ruido en ciertas partes, o que iluminemos ciertas habitaciones. ¿La razón? Con el comienzo de un nuevo año lunar, también cambia la dinámica energética del fluido vital o del Chi.
Los chinos suelen ser muy poéticos a la hora de interpretar los fenómenos naturales. De ahí que las famosas Estrellas Voladoras no son las brillantes estrellas del cielo, ni mucho menos objetos en forma de estrellas que vuelan, sino que son una representación metafórica de cómo se mueven energías relacionadas con los puntos cardinales a través del tiempo.
El arte del Feng Shui ha sido practicado por diferentes escuelas y cada una tiene su propia estructura para explicar el manejo del Chi en los espacios. La escuela de las Estrellas Voladoras se basa en tres dimensiones: las formas, los puntos cardinales y el tiempo.
Las formas comprenden todo lo visible que se encuentra dentro y fuera de una casa, todo lo que se puede ver y tocar. Las formas dentro de la casa, la distribución de los ambientes, la posición de escaleras, el largo de los pasillos y corredores, las fuentes de agua, las puertas y ventanas, el baño, la ubicación de la cocina, todo ello influirá en la manera en que comporta el flujo del Chi.
Los puntos cardinales representan la dimensión invisible. Las polaridades del planeta tierra actúan como un imán. Estas energías electromagnéticas invisibles también influyen en nuestra vivienda. De ahí la importancia de saber cómo está situado un edificio según el norte magnético.
Las estrellas se distribuyen en una cuadrícula llamada Lo Shu. Hay nueve cuadrantes y a cada uno se le asigna un número. Ocho de las estrellas ocupan las direcciones principales: norte, noreste, este, sureste, sur, suroeste, oeste y noroeste; la estrella nueve se coloca en el centro. Asemejando a las estrellas del cielo, los números cambian periódicamente de posición, “vuelan” de acuerdo con un patrón determinado en períodos de 20 años, de un año, de un mes o hasta de un día.
Para interpretar este diagrama, debemos contar el plano constructivo de nuestra vivienda como guía. Luego determinamos adonde se encuentra el centro de la casa o de la oficina, que generalmente es la intersección de las dos diagonales de la casa.
Usando una brújula, buscaremos hacia adónde se encuentran el norte y el sur. A partir de este punto dividimos la casa en los 9 cuadrantes descritos anteriormente. Ahora podemos superponer el plano con los cuadrantes y averiguar en qué zonas de nuestro hogar hay estrellas auspiciosas y en cuáles hay estrellas peligrosas.
Para procurar un año de seguridad, trabajo, salud, abundancia y buenas relaciones sin problemas, se debe estimular el Chi auspicioso mediante el uso de activadores y suprimir la energía negativa mediante la reorganización de curas de Feng Shui, según sea el nuevo patrón anual de energía de nuestra casa u oficina.
Desde un punto de vista práctico, las estrellas tienen mucho que ver con la suerte, buena o mala, y por eso usarlas correctamente puede ser una poderosa estrategia de éxito para concretar nuestros proyectos.
¿Y qué significa cada número?
1– Sabiduría, prosperidad, éxito académico, suerte celestial.
2– Enfermedad, conflicto, desarmonía, separaciones.
3– Cambios, coraje, agresividad, conflictos.
4– Éxito académico, creatividad, romance, relaciones.
5– Accidentes, obstáculos, fracaso, bancarrota.
6– Poder, estatus, autoridad, éxito laboral.
7– Robos, conflictos, rivalidades, traiciones.
8– Prosperidad, éxito personal, felicidad, espiritualidad.
9- Prosperidad, éxito personal, felicidad, fertilidad.
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