LA ENERGÍA DEL COLOR EN EL FENG SHUI

El estudio de los colores es tanto un arte como una ciencia. Su influencia es más que obvia a nivel estético: la moda, la arquitectura, la fotografía, el cine, el diseño o la publicidad. La química ha desarrollado tintes y pigmentos, y la física ha estudiado el color con base en la luz y el espectro.

Pero los colores no solo son un elemento de impacto visual en nuestras vidas: también es posible utilizarlos de acuerdo con la vibración energética que cada uno de ellos produce. Ya la psicología ha expuesto que los colores causan en un individuo un efecto no solo a nivel consciente sino también subconsciente. Y no olvidemos mencionar la correspondencia existente entre los colores y cada uno de los chakras de nuestro cuerpo físico y espiritual.

A nivel práctico, cuando debemos seleccionar un color o gama de colores para una estancia, una fachada, un mueble o hasta para un edificio, la inmensa cantidad de opciones puede abrumarnos y confundirnos. En la decisión juegan muchas variables como los gustos, la moda, el presupuesto, las opiniones de los amigos, o simplemente, lo primero que tengamos disponible. Podemos terminar aplicando un color sin la conciencia de las repercusiones energéticas que éste pueda llegar a producir.

Los colores ejercen una fuerza vibratoria en las personas porque los colores son una forma de luz, y ésta es transmitida a través de longitudes de onda, que a su vez, no son más que manifestaciones de energía cósmica. Todo lo que se encuentra dentro del universo material está vibrando y manifestándose en una forma dinámica.

No obstante, los colores pueden ser de distintos significados y valores dependiendo del campo de estudio científico o de la cultura que los interprete según sus valores sociales en un momento dado de la historia. Por ejemplo, en China y Japón, el blanco significa duelo y muerte, mientras que en Occidente, el blanco es pureza y limpieza.

El principio a través del cual funciona la cromoterapia es que el maestro interno de cada uno de nosotros, a través de la intuición, nos guía para seleccionar lo que nos conviene en cada momento. Cada uno de nosotros tiene sus propios parámetros estéticos y son tan válidos como los de cualquier diseñador o decorador profesional.

La calidad estética de los objetos que nos rodean es el reflejo de lo que hay en nuestro interior: la ropa, el maquillaje, los objetos decorativos y cotidianos, las obras de arte, por ejemplo, son parte de nuestra identidad. Lo más recomendable es no ceder a las presiones de la publicidad o de las modas y descubrir la escala cromática que nos produzca el mayor bienestar.

El Feng Shui plantea el uso del color bajo tres parámetros posibles como ejes armonizadores, cada uno con propiedades energéticas diferentes.

1. El primero de ellos es la cualidad Yin y Yang de cada color. Los colores Yin corresponden a una energía receptiva, femenina, pausada, los colores Yang a una energía creativa, masculina y activa:

2. El segundo eje nos dice el color que corresponde a cada uno de los cinco elementos: fuego, tierra, metal, agua y madera:

3. Y en tercer lugar, hay colores recomendados para cada área del Bagua:

Teniendo en cuenta los tres parámetros anteriores, si decidimos usar por ejemplo, un color verde, éste nos está transmitiendo una energía Yin; el verde potencia las cualidades del elemento madera que nos indica una energía de crecimiento, y se trata de un color que psicológicamente es tranquilizador y armonizador.

También en radiestesia, cuando consultamos el color apropiado para un espacio, los colores armoniosos son los fríos y los colores auspiciosos son los cálidos.

El uso del color puede convertirse en una manera divertida y enriquecedora de comunicarnos con nuestro entorno, expresándonos sin limitaciones. Si ponemos en práctica esta experiencia de forma en que sea nuestra energía personal sea la que actúe, tendremos espacios llenos de autenticidad y belleza.

La intuición es muy importante: no debemos restar importancia a nuestras preferencias por algún color en particular. Se ha podido comprobar que hay cierta armonía entre nuestro espíritu, el estado de ánimo y nuestro color favorito.

Atrévase a probar diferentes combinaciones cromáticas y descubra una fuente de vibración energética positiva, muy fácil, económica y sencilla de disfrutar.