LA DULZURA DE LAS VELAS DE MIEL

La miel de abeja es una de las grandes maravillas que nos regala la madre naturaleza. Es un súper alimento y un componente básico para la fabricación de productos de cuidado personal y de remedios naturales.

Pero sus beneficios van más allá de lo saludable o de lo cosmético: también es muy usada para atraer la energía del romance y de la prosperidad. ¿Por qué? Porque la miel no se fermenta, no se pudre, tiene un olor color y sabor muy agradables, y por eso es parte fundamental de la familia de ingredientes esotéricos.

Las velas de miel son una de los recursos más populares para abrir caminos o para procurar salud y longevidad.  Están conectadas con la energía del sol, por lo cual son muy útiles para iluminar y activar espacios luego de haber hecho limpieza energética.

Son muy fáciles de consagrar, ya que no necesitan ningún tipo de ritual o de oración específica. Lo único que se requiere es haber formulado una petición muy clara y puntual antes de encender la vela. Es decir, solo se le puede solicitar a la vela que nos conceda una virtud o deseo. Si pedimos muchas cosas de una sola vez, lo que haremos es disipar la energía de la vela, como si sopláramos con mucha fuerza la llama y la apagáramos.

Por ejemplo, si lo que se desea es encontrar un nuevo trabajo, nos concentraremos en la palabra clave que identifique nuestro objetivo, en este caso “oportunidad” o “nuevo empleo”. Si lo que se quiere es que un negocio prospere, podemos visualizar conceptos como “atraer clientes” o “aumentar ventas”.

La vela de miel es muy recomendada para quemar en un local u oficina, o cuando se va a realizar una venta o transacción comercial, ya que solo basta con encenderla y dejar que sea su energía la que nos aligere la carga.

Entonces podemos aprovechar la miel de abeja para nutrir nuestro cuerpo, para cuidar nuestra piel o cabello cuando la usamos en algún producto de belleza, pero también nos podemos beneficiar de ella espiritualmente cuando la quemamos en forma de vela. La miel nos regala un dulcísimo olor y a la vez nos ayuda a canalizar mejor nuestras intenciones, deseos y emociones.