ORÁCULO O TAROT
¿Cuál es la diferencia?
Tarots existen de muchos tipos y estéticas. Oráculos también. Ambos son instrumentos para comunicar ciertos mensajes que de otra manera no recibiríamos o no sabríamos cómo interpretar.
En general, las personas están más familiarizadas con el tarot. Muchos han oído mencionar al Tarot de Marsella o al Tarot Español, que son mazos clásicos. Pero también podemos encontrar otros cientos de temáticas, tipos de ilustraciones o autores. Por ejemplo, hay tarots de gatos, de sirenas, de hadas, de unicornios, de corte medieval, vikingo, gitano, romántico, renacentista, moderno, esotérico, masónico, solo por citar unos pocos. Solamente basta con imaginar un tema y probablemente exista un tarot.
Ahora, no todos los mazos de cartas son necesariamente tarots. Sin embargo, todos los tarots son oráculos, pero no todos los oráculos son tarots. Los mazos de cartas que reciben el nombre de oráculo son una versión moderna de lo que en un principio fue una forma de acercamiento con la divinidad.
En la antigüedad, era común acudir a un sacerdote, chamán, pitonisa o adivino, cuando se necesitaba encontrar respuestas a preguntas y enigmas difíciles e inciertos. Reyes, faraones y otros gobernantes consultaban a estos maestros sus decisiones sobre guerras, cosechas, invasiones, nuevas construcciones o alianzas matrimoniales. Con el tiempo, también la gente común adquirió la práctica de consultar a un oráculo para la toma de decisiones. ¿Cuál es la voluntad de los dioses ante determinado asunto? ¿Qué debo hacer? ¿Cuál camino debo tomar? ¿Cómo puedo trazar mi destino?
Hoy día, ya no debemos acudir a ningún santuario a pedir que un oráculo divino nos disipe nuestras dudas. Podemos hacerlo incluso desde la comodidad de nuestro hogar. Lo más común es valerse de diferentes tipos de cartas, las cuales se combinan e interpretan según la temática que necesitemos aclarar.
Ahora, ¿cuál es la diferencia entre un tarot y un oráculo? Al igual que un tarot, los oráculos son esencialmente herramientas de adivinación y conocimiento personal. Pero los oráculos, son interpretaciones muy personales de algún autor en específico sobre ciertos temas. ¿Funcionan de diferente forma? La diferencia es más de forma que de fondo, pero es importante saber esto antes de adquirir uno de estos mazos o acudir a una consulta.
Semejanzas:
–Intuición: ambos, tarot y oráculo, deben ser interpretados utilizando primordialmente la intuición. Además, hay que valorar el contexto de consultante, sus expectativas, la etapa de la vida en la que se encuentra, sus inquietudes y anhelos, para que el mensaje en verdad refleje la psique de quien acude a consulta.
–Autoconocimiento: tanto el tarot como los oráculos potencian la conexión con uno mismo, con nuestro Yo Superior. Se trata de herramientas de autoayuda y de crecimiento personal, todo con el fin de hallar el camino que más nos convenga o de tener un panorama más claro para la toma de decisiones.
–Sistema de lectura: tratándose de juegos de cartas, la lectura del de tarot es similar a la del oráculo, ya que será a través de diferentes tiradas y combinaciones de cartas y su respectiva interpretación, que se puede develar el mensaje divino. Lo representado en la carta se convierte en la forma material y simbólica de un lenguaje metafísico.
–Mensaje: El oráculo o el tarot nos da un mensaje o varios mensajes que nos indican cuáles son nuestras posibles elecciones. Pero no debemos confundir al mensajero con el mensaje. En este caso, el mensajero serían cartas, piedras, runas, barajas, el I Ching, etc. Pero lo que nos transmita cada uno de estos oráculos, es la esencia de nuestro pasado, presente y futuro.
–Libertad: los mazos de cartas son solo eso, cartas con símbolos, números, letras e ilustraciones. No son leyes o dogmas a seguir, ni toman o condicionan nuestras decisiones. No son predictivos, no premian ni condenan. Son un libro abierto que permite al consultante elegir el mejor camino. Tarot y oráculo respetan el libre albedrío de la persona.
Diferencias:
–Número de cartas: el tarot tiene un sistema de 78 cartas, con 22 arcanos mayores y 56 arcanos menores. El oráculo no tiene una estructura definida ni un número de cartas predeteminado. Los oráculos no necesariamente respetan la estructura de un tarot, sino que trabajan con una flexibilidad aún mayor. Podemos encontrar más o menos cartas según la inspiración del autor. Los oráculos pueden tener desde 1 hasta 100 cartas. Por ejemplo, los oráculos basados en la luna suelen traer 28 cartas que representan el mes lunar.
–Tipo de cartas: los oráculos no utilizan el sistema de arcanos menores y arcanos mayores, ni cuentan con los cuatro palos (oros, bastos, copas, espadas) ni tienen la sota, el caballo o el rey. De hecho, las cartas pueden estar numeradas o no. Por ejemplo, los oráculos basados en ángeles y arcángeles generalmente presentan sus cartas según el orden de la corte celestial. Los oráculos pueden estar basados en animales, hadas, seres fantásticos, temas de la naturaleza y el cosmos, deidades,filosofía, culturas y más.
–Tipo de pregunta: El oráculo es un instrumento para hacer lecturas de temas más específicos. El tarot, en cambio, primero intenta indagar en las circunstancias generales de vida del consultante (dinero, trabajo, amor, salud) y luego se revisan tópicos específicos a solicitud del interesado. Al tarot le podemos hacer una pregunta diferente de un tema cada vez y siempre nos la va contestar. Con el oráculo estamos circunscritos solo al tema que inspira las cartas.
–Tipo de respuesta: El oráculo es más flexible que el tarot, da consejos, valora el origen de la situación en conflicto y plantea las posibles soluciones. El diferente número de cartas temáticas define el consejo.Muchas veces las cartas traen mensajes escritos explícitos y específicos: desde frases o palabras, hasta textos completos, o incluso, no traer nada. En el tarot, el significado de cada carta ya está predefinido, en el oráculo ese significado depende del autor. Según el tema, el oráculo da mensajes más puntuales y específicos.
Sea lo que sea que al final elijamos para hacer una lectura, hay que recordar la frase famosa de todos los tarotistas: “uno no escoge el tarot, el tarot es quien lo escoge a uno”. Así que se trata de escoger el tarot o el oráculo que mejor nos funcione, con el que se sienta mayor fluidez y claridad en las ilustraciones. Cuando nos apoyamos en instrumentos como estos la clave es la constancia. Estudiar, probar hacer lecturas con diferentes preguntas, para adentrarnos en los simbolismos que nos muestran las ilustraciones. Todo esto crea un vínculo especial entre los mazos y el tarotista. Esto se va a traducir en mejores lecturas, mayor claridad, y sobre todo la amplificación del conocimiento y la intuición.
Síguenos en: