LA CALCEDONIA
La calcedonia no es una gema en sí misma, sino que comprende a toda una familia de gemas muy conocidas por los amantes de las piedras semipreciosas. Se ha utilizado desde tiempos inmemoriales para confección de piezas de joyería debido a sus colores, su brillo, su dureza y su facilidad para ser pulida. También es un material muy apetecido para la producción de adornos, miniaturas o pequeñas esculturas.
El nombre calcedonia probablemente proviene de Calcedón o Calchedon, un antiguo puerto en el Mar de Mármara, en Asia Menor. En esa zona se han extraído variados artefactos ornamentales elaborados en este material, ya que este lugar fue un activo centro de comercio de piedras preciosas de varios tipos y orígenes. El griego khalkedon y el latín charchedonia no parecen, al menos según la descripción de Plinio el Viejo, ser el mismo mineral que la calcedonia moderna, pero presentan similitud etimológica.
Hay ricos yacimientos de calcedonia en Uruguay y en las regiones fronterizas con Brasil, pero también se encuentra en muchos otros países, dependiendo de la variedad. Alemania, Rusia, Estados Unidos, y Canadá poseen fuentes de calcedonia.
Desde el punto de vista mineral, la calcedonia puede considerarse una variedad específica del cuarzo. La denominación de cuarzo como tal, generalmente se refiere a cristales individuales o agregados, de grano grueso; mientras que los materiales de grano fino se denominan calcedonias. A pesar de presentar patrones, colores y características físicas muy diferentes entre sí, todas las “calcedonias” pertenecen a la variedad micro-cristalina de composición química similar al cuarzo.
La calcedonia tiene como uno de sus rasgos distintivos la forma en que el color se agrupa en diferentes zonas de la piedra. Tiene una dureza de nivel medio-alto (6.5-7 en la escala de Mohs), aunque una densidad más baja que el cuarzo. El brillo excepcional que adquiere al pulirse hace que la identificación de la calcedonia sea bastante fácil. Como todas las gemas micro-cristalinas, tiene un índice de refracción (aproximadamente 1.53) que es ligeramente más bajo que el de la mayoría de los cuarzos.
Las diferentes combinaciones de colores y patrones han dado lugar a una nomenclatura especializada de las gemas que integran la calcedonia. Su característica más notoria es su apariencia concrecionada de estructura fibroso-radiada, es decir, a partir de un punto central, las franjas de diferentes colores se suceden unas a otras.
Cuando está libre de impurezas la calcedonia es incolora y transparente. Entonces, dependiendo de las impurezas que intervengan en su formación, así será la coloración que presente. El color típico es azul blanquecino-gris, pero sus colores pueden ser uniformes como en el caso del jaspe, o cubrirse de solo algunas capas finas y sucesivas, como el ágata y el ónix.
Las variedades micro-cristalinas de estructura fibrosa de cuarzo son numerosas y han adoptado algunos de los siguientes nombres:
– Cornalina: es el nombre dado a la calcedonia translúcida de color rojo o anaranjado. La mayoría de los especímenes son el resultado del tratamiento térmico de una calcedonia menos atractiva. El tratamiento convierte los minerales que contienen hierro en óxidos de hierro que dan los colores naranja-rojo más vistosos.
–Ágata: es una calcedonia traslúcida y veteada en estratos concéntricos o bandas. Puede presentarse en gran variedad de tonos y colores. Los granos de cuarzo en esta calcedonia están dispuestos en capas y su acumulación es visible en las diferentes capas de color del ágata.
–Ágata musgosa: es una calcedonia que contiene inclusiones verdes o rojas que recuerdan el aspecto del musgo.
–Ágata arborizada: es una calcedonia que contiene dendrita.
–Ónix: es un ágata con zonas blancas y concéntricas de estratos blancos y negros alternados.También se la haya en colores negro y blanco o gris.
-Jaspe: es la variedad opaca de la calcedonia. Es una variedad micro-cristalina de cuarzo que forma depósitos concretarios, parcialmente de origen orgánico. Los jaspes son calcedonias que contienen hasta el 25% de impurezas y presentan una gran diversidad de colores. Por ejemplo, el jaspe sanguíneo es verde, manchado de rojo; hay jaspe amarillo, rojo, marrón rojizo o negro con tonos desde semi-opacos a opacos.
–Sárdónica o sardónice: es una variedad que muestra estratos blancos, cafés y rojizos alternados, debido a la presencia de hierro en su composición.
-Crisoprasa: es la variedad más apreciada hoy en día, ya que presenta un color verde brillante muy valorado en joyería.
