La Apatita

Usualmente las gemas de tonos azulados son aquellas que nos brindan estados de calma, paz y tranquilidad y la apatita no es la excepción. Es una de las piedras más apreciadas como equilibrador energético. Como mineral, es posible hallarlo en muchos colores, desde un suave amarillo hasta la transparencia total. La coloración azul ha sido la más apetecida como joya por la enorme belleza que alcanza al ser pulida.

También conocida como apatito, antiguamente se confundió con otros minerales de aspecto prismático, como el berilo, el diópsido o la turmalina. El geólogo Abraham Werner propuso en 1786 su nombre, derivado del griego apatáo, o “engaño”, basándose precisamente en dicha similitud con otras gemas.

La apatita es un fosfato de calcio, de cristalización hexagonal con muchas facetas. Se ha encontrado en tonos amarillentos, verdosos, azulados, violetas, rojizos, grises, blancos e incoloros. Su dureza en la escala de Mohs es 5 y se considera una piedra frágil y, precisamente, esa es su mayor diferencia con respecto a la turmalina o el berilo, las cuales son gemas de mucho mayor dureza, aunque cercanas en apariencia.

Las variedades más conocidas de apatita son la esparraguina (fluorapatito verde amarillento) y Moroxita (clorapatito verde azulado). La mayoría de variedades de apatita se emplea en la preparación de fertilizantes por su alto componente en ácido fosfórico y fosfatos. Además, se usa en la fabricación de porcelanas muy resistentes. Las variedades más coloreadas y transparentes se emplean para fabricación de joyas y otros ornamentos.

Es usual encontrar yacimientos de apatita en localidades de países como Noruega, Suecia, Alemania, Suiza, Portugal, Marruecos, Argelia, Rusia, México, Canadá y España.

Propiedades energéticas

La apatita es la piedra de manifestación porque a través de ella nos podemos aproximarnos al futuro, conectar con vidas pasadas y hasta percibir vidas paralelas. Esto ocurre porque su color y brillo estimulan el desarrollo de nuestros dones psíquicos y permiten una sintonización espiritual. Como esta piedra “abre” la visión vertical, es posible visualizar múltiples niveles de conciencia operando armoniosamente. Tiene la capacidad de acceder a ciertos niveles de de energía donde existen registros Akáshicos.

Si se usa en sesiones de meditación, logramos llegar a estados de conciencia más profundos, ya que equilibra nuestros cuatro cuerpos (físico, emocional, mental y espiritual),

La apatita potencia la creatividad y el intelecto porque expande nuestro conocimiento y comprensión de la verdad, dones que pueden usarse para el crecimiento personal o para apoyar a otras personas en su búsqueda de equilibrio espiritual.

Esta gema es una herramienta para controlar la ansiedad, ya que despeja la confusión y la frustración, reduciendo la irritabilidad y despertando el yo interior. Nos hace sentir más aliviados, luego de pasar por alguna situación difícil.

La apatita azul es una piedra profundamente espiritual que ofrece una influencia limpiadora del aura, especialmente en el cuerpo mental, el nivel vibratorio asociado con la percepción psíquica y las habilidades paranormales. Su tono azul abre, activa y cura el chakra del tercer ojo.