EL PODEROSO OJO DE TIGRE

EL PODEROSO OJO DE TIGRE

El ojo de tigre se deriva de la familia de los cuarzos. El que más conocemos es aquel que tiene un  color de “oro viejo”: es tornasolado, amarillento y opaco. Sin embargo, según la combinación de sílice y óxido de hierro de cada veta, se originó una gama más amplia de tonalidades.

Cuando la piedra en bruto se corta, presenta inclusiones fibrosas orientadas de manera similar entre ellas, las cuales, cuando son debidamente pulidas, muestran un efecto de movimiento o efecto de opalescencia según la curvatura.  De ahí que a esta gema se la haya comparado con la hipnótica vista de un felino.

Por esta particularidad, es muy común encontrar esta piedra cortada en forma de cabuchón, y es muy usada para la fabricación de collares, dijes y talla de objetos ornamentales. Se obtiene de Sri Lanka y Alemania, Birmania y Sudáfrica.

El ojo de tigre viene en diferentes tonalidades. Cuando el color de fondo es gris verdoso o verde, la gema se conoce como cuarzo “ojo de gato”.  Si es de color gris azul o azulado, la variedad se llama el “ojo de halcón”.  Una serie de reflejos rojizos y amarillentos sobre un fondo de color marrón se llama “ojo de buey”.

Independientemente de su color de fondo, todas presentan su característica principal: la reflexión móvil según la luz que reciba.

Los egipcios pensaban que un ojo de tigre abría la visión y el panorama de la vida. Los soldados romanos solían llevar a sus batallas piedras de ojo de tigre para protegerse en el combate. Por esta razón también fue adoptado como el amuleto ideal para los viajeros. Fue un talismán muy conocido en la Edad Media, pues se creía que brindaba fortaleza mental y corporal. Actualmente, se porta en forma de joya en el cuerpo con el fin de combatir las malas vibras de nuestros enemigos.