EL ABANICO
Los abanicos se han utilizado en China desde la antigüedad. Se han fabricado en muchos estilos y materiales diferentes y aún hoy son una vitrina para admirar y entender el espíritu artístico de los chinos.
Hay diferentes clases y formas de abanicos: de paleta, plegables, de plumas, triangulares, redondos. La variedad redonda fue popular en el período Tang, pero el abanico plegado que al ser abierto que toma forma de un semicírculo, fue un invento japonés introducido en China a través de Corea en el siglo XI DC.
Los abanicos circulares usualmente estaban hechos de seda, papel, plumas y de hojas algunas plantas como palmeras. En el pasado, el mango de los abanicos se fabricaba de cuerno, hueso, marfil y madera de sándalo. Incluso algunos alcanzaban precios exorbitantes y eran variedades más bien ornamentales, ya que se hacían en madre perla, concha o madera laqueada.
En China, la importancia del abanico es legendaria. Las cortesanas imperiales raramente dejaban ser vistas sin sus abanicos, los cuales tenían fama de alejar las malas vibraciones de los chismes negativos.
Durante la China imperial, el abanico se llevaba bajo la manga o en la cintura, y además de su uso ordinario, también se empleaba para enfatizar los puntos especiales de un discurso, o para trazar caracteres en el aire cuando la palabra hablada no se entendía.
La mayoría se decoraba con motivos típicamente femeninos, pues eran mayoritariamente usados por mujeres. Los hombres podían también llevarlos, pero usualmente sin tantos ornamentos. El llamado “lenguaje del abanico”, se refiere a aquellos gestos o signos especiales que se hacían entre ciertos amigos o grupos con el propósito de transmitir ciertas ideas literarias o demostrar algún sentimiento.
La forma del abanico ha sido inspiración en el arte decorativo. Algunos papeles para su fabricación eran tan bellos que eran enmarcados como espacios y exhibidos como obras de arte. Es frecuente en la arquitectura encontrar ciertos espacios como puertas o ventanas emulando la forma semicircular del abanico.
En un objeto utilitario como el abanico, se pueden mostrar todas las características distintivas de la producción artística china. Muchos de los artistas de las dinastías Sung y posteriores eran aficionados a la pintura de paisaje en miniatura, lo que incluía intrincados estudios florales o asombrosos ejercicios de caligrafía en las superficies de los abanicos.
Los mangos de los abanicos y los marcos exteriores que sostienen los pliegues, también estaban decorados con diminutas pinturas y esculturas. El bambú era la madera favorita para fabricar estos mangos, pero también se incluyeron maderas preciosas.
En los siglos posteriores, los abanicos fueron utilizados como protección simbólica contra las malas intenciones de los colegas celosos y compañeros de trabajo. En los tiempos modernos los abanicos continúan siendo usados como un símbolo de gran alcance que puede transformar la mala suerte en buena suerte.
Los abanicos no solamente fueron usados en países como China, Japón o Corea. Por ejemplo, los abanicos grandes significan autoridad, especialmente en Asia y África, quizá por asociación con el simbolismo del viento, y con su poder para aumentar el fuego, como en la mano del dios hindú del fuego, Agni.
Es seguro que los abanicos ceremoniales de plumas, como el que se lleva en las procesiones papales, tengan simbolismo celeste. En forma más prosaica, el uso de los abanicos para proteger a los gobernantes o los objetos sacramentales del calor o hasta de los insectos pudo haber contribuido a su asociación con el nivel social y la dignidad.
El Inmortal taoísta Chuang-li Chuan empleaba un abanico con forma de corazón para restaurar la vida. El simbolismo del abanico estaba muy desarrollado en el ritual japonés como analogía para el despliegue de la vida. El abanico plegable también se asociaba con las fases de la luna, y por extensión, con los cambiantes estados de ánimo de las mujeres. Su uso como instrumento de flirteo se extendió desde España e Italia a todas las cortes de Europa en el siglo XVIII.
Y los abanicos también tienen su propio simbolismo en el Feng Shui como transformadores de la suerte: si usted o su familia ha sufrido una serie de contratiempos, o el combate de la enfermedad, o simplemente una mala racha, se dice que portar consigo un abanico traerá buena suerte de nuevo en su vida.
