USO DE LAS HIERBAS EN RITUALES MÁGICOS

Entramos por primera vez a una casa y notamos que discretamente hay colgado un ramo de hojas de sábila atado con una cinta roja. Puede ser que veamos una cruz de palma bendita detrás de la puerta o que encontremos una trenza de ajos en una esquina de la cocina. No es extraño observar que algunas personas sacan su billetera para pagar en algún comercio y tienen cuidadosamente guardado un ramito de flores de Santa Lucía.

Desde tiempos pasados se ha creído en los poderes y facultades de las plantas para facilitar la realización de cualquier deseo que formulemos. En Costa Rica, hay una tradición de larga data, heredada de nuestros abuelos, quiénes a su vez, la recibieron de los abuelos de sus abuelos, mezclando costumbres de indígenas, de españoles y de africanos, los grupos que componen las principales etnias de nuestro país.

La mayoría de este conocimiento ancestral estuvo históricamente en manos de mujeres. Muchas de ellas fueron perseguidas y castigadas por practicar “hechizos” mágicos. Hoy en día estas creencias y costumbres han sido revalorizadas y reconocidas como prácticas culturales que mezclan la medicina, la magia, el folklore y la religión. Son rituales que nos reconfortan, nos dan confianza y esperanza de que todo nos va a salir bien: desde atraer riqueza y amor, hasta procurar protección y tener éxito en nuestros proyectos.

Las plantas son dones que nos regala la naturaleza. Provienen directamente de la tierra. Tenemos que aprender a olerlas, a saborearlas y a sentirlas con nuestra piel, y por supuesto, a percibirlas con el espíritu. Tenemos la bendición de vivir en un país en donde la mayoría de estas hierbas están al alcance de la mano, son económicamente accesibles y hasta podemos cultivarlas nosotros mismos. Muchas de ellas ya están en nuestros hogares como condimentos para preparar los alimentos, pero no se les había dado un “poder” más allá de su utilidad en la cocina.

Los aficionados y conocedores de la herbolaria saben que cada hierba, flor, hoja, bulbo, rama o raíz tiene a la vez una propiedad medicinal y una propiedad mágica. Cada planta tiene su propio color, textura, sabor y olor. Cada una muestra sus diferentes características por su forma, esencia y espíritu. Cada planta tiene una vibración específica o forma energética que está presente cuando está creciendo, y también permanece después de cosechada. Cada una tiene un carácter que es distinto y bastante consistente.  La magia de las hierbas transforma, transmuta y es un poder al alcance de todos.

Las propiedades mágicas de una planta no son absolutas, sino que dependen de la experiencia de quien realiza el ritual. Las hierbas consideradas mágicas (junto con colores, perfumes, música, piedras, horas planetarias, etc.) son parte de una familia de relaciones energéticas entre objetos conocidos como correspondencias. Esta correspondencia aumenta las probabilidades de crear un ambiente energético favorable para que se manifieste el resultado.

Además, hay rituales que implican esperar el momento apropiado para ser más efectivos: una fase específica de la luna, una dirección particular del viento o una hora del día. Las hierbas se pueden beber en una poción, quemarlas, hacer una crema para aplicar en la piel, cocerlas para hacerlas en baños o riegos, o llevarlas consigo en una bolsita de tela, de preferencia de color rojo.

Otras veces, los rituales se trabajan invocando los cuatro elementos: tierra, enterrando una bolsita de hierbas con su deseo escrito doblado adentro;  aire y fuego, quemando la bolsita en un fuego o caldero; agua, bebiendo hierbas en un té o bañándose con ellas.

Por eso, queremos recomendarles algunos usos mágicos de ciertas hierbas y plantas. ¡Nos encantaría que usted también nos compartiera sus experiencias!