ÁNGELES, EL LLAMADO A LA PROTECCIÓN DIVINA
Los ángeles han sido representados como figuras antropomorfas aladas que personifican la voluntad divina. Su iconografía pudo haber derivado de deidades semitas y egipcias con alas. Los ángeles aparecen en diversas religiones como intermediarios entre los planos material y espiritual, pero su simbolismo es más elaborado en las creencias islámica, judía y en especial en la cristiana.
Se dice que los ángeles y los arcángeles son mensajeros divinos, ya que la palabra griega “angelos” significa “el que trae noticias”. Los ángeles aparecen en el Antiguo y Nuevo Testamento y no sólo traen la palabra de Dios a la humanidad, sino que también ofrecen su protección o su castigo.
Los atributos en el arte incluyen trompetas, arpas, espadas, incensarios y cetros o esferas celestes. Los filósofos griegos pensaban que los ángeles conducían las estrellas y estaban formados por alguna sustancia etérea. Pero en la creencia cristiana fueron perdiendo su forma material y hubo variadas representaciones como las cabezas con alas, o en las alegorías del arte barroco, como niños semejantes a Cupido.
La teología cristiana divide a los ángeles en tres jerarquías, cada una de ellas integrada por tres coros o grupos. En la primera jerarquía están los Serafines, que rodean el trono de Dios y con frecuencia son de color rojo; los Querubines conocen y adoran a Dios y son de color dorado o azul; los Tronos usan vestimenta de jueces, sostienen el trono y representan la justicia divina.
La segunda jerarquía está conformada por otros tres coros: Dominaciones, Potestades y Virtudes, que gobiernan las estrellas y los elementos e iluminan a la tercera jerarquía con la Gloria de Dios. A las Potestades se les plasma con coronas, cetros u orbes, insignias reales que representan el poder de Dios; las Virtudes llevan azucenas o rosas rojas, símbolo de la Pasión de Cristo; y las Dominaciones son figuras combativas que luchan contra los demonios omnipresentes.
La tercera jerarquía incluye a los Principados, Arcángeles y Ángeles, quienes mantienen el contacto entre el Cielo y la Tierra y cumplen la voluntad de Dios. Los Principados supervisan los territorios. Los Arcángeles son entidades independientes que junto con los ángeles, llevan los mensajes de Dios a la humanidad. Por ejemplo, Gabriel, como heraldo divino de la Anunciación, sostiene un lirio o un cetro con flor de lis; Miguel como guardián guerrero sostiene una espada o báscula, y Rafael, como protector de niños, peregrinos y viajeros, sostiene un báculo. Uriel al ser el arcángel regente del sol, se le representa con fuego y su rayo color oro-rubí.
Hay infinidad de testimonios sobre cómo los seres humanos hemos sido auxiliados por seres angelicales luego de ser invocados. Al estar tan cerca de Dios, son quiénes pueden interceder por nuestra protección divina. La devoción angelical es uno de los sentimientos más hermosos que pueda ser profesados por el ser humano.
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