LA SODALITA

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LA SODALITA

El nombre sodalita proviene de las palabras griegas soda y lithos, lo que literalmente significa “piedra de sal”, ya que precisamente este mineral contiene gran cantidad sodio en su composición.

Se caracteriza por presentar un color azul profundo, que a menudo se combina con vetas y manchas blanquecinas que la atraviesan. En ocasiones, tiende también a presentar tonos grises, amarillentos y violáceos, siendo estos últimos los más raros y apreciados por los coleccionistas.

Los primeros hallazgos de sodalita se encontraron en 1906 en Groenlandia y posteriormente en 1891 en Canadá. Actualmente hay yacimientos en Brasil, Namibia, Montes Urales y Montana en Estados Unidos.

Con frecuencia, la sodalita fue confundida con el lapislázuli y muchas figuras ornamentales identificadas por primera vez como lapislázuli en realidad están hechas de sodalita.

Entonces, ¿en qué se diferencian? Ambos minerales pertenecen a la misma familia, los silicatos, pero difieren en su composición.  El lapislázuli se considera una mezcla de lazulita, calcita y pirita, mientras que la sodalita es un silicato de sodio y aluminio.

Además, a pesar de que la sodalita y el lapislázuli pueden ser casi idénticos a primera vista, este último contiene motas de pirita que hacen que las dos piedras difieran al mirarlas más detenidamente. Adicionalmente, el lapislázuli a veces puede contener sodalita (que es un mineral en sí mismo). La sodalita a veces también es confundida con azurita, dumortierita y lazurita.

Si bien la sodalita es una piedra resistente, no es dura y se puede rayar. Su dureza oscila entre 5 y 6 en la escala de Mohs. Es sensible a la presión, a las altas temperaturas y a los productos de limpieza domésticos. Por eso es mejor no sumergirla en agua de sal para su limpieza. Se prefiere usar incienso para su purificación, por ejemplo aromas de lavanda o sándalo, o bien, dejarla cargando durante la noche bajo la luz de la luna.

 

Propiedades energéticas

Esta hermosa gema azul nos evoca un sentimiento de paz y calma, tanto para nuestro cuerpo como para nuestra mente.  En el Feng Shui, la sodalita vibra con el elemento agua debido a su tonalidad azulada. En el mundo espiritual, la sodalita es parte de la familia de gemas que tranquilizan y potencian nuestros sentidos.

En primer lugar, la sodalita activa el chakra del tercer ojo, ya que expande nuestra visión, profundiza nuestra sabiduría y mejora la intuición. Nos mantiene atentos en el aquí y ahora. Se cree que tiene la capacidad de unir la lógica con la emoción y el impulso con la prudencia. Por eso es una gema ideal para organizar la mente, ya que se dice que promueve el pensamiento racional, la objetividad y la clara percepción.

En segundo lugar por su color, la sodalita es ideal para equilibrar el quinto chakra o el chakra garganta. Nos ayuda a expresar nuestros pensamientos verbalmente de forma clara, tranquila y relajada, sin inquietar a nuestro interlocutor, transmitiendo paz y sosiego con nuestras palabras.

La capacidad de esta piedra de equilibrar la dualidad entre lógica e intuición le ha valido ser conocida como la gema que se concentra en el bienestar de la cabeza y del corazón.

El equilibrio entre estos órganos, que representan la racionalidad y las emociones, finalmente traerá paz interior. La mezcla de pensamiento racional e intuición puede ser muy poderosa, y una piedra como la sodalita puede ser de ayuda en este proceso.

Debido a que la sodalita se enfoca en la cabeza, se considera una piedra preciosa de lógica y la verdad. Puede ayudar con el aprendizaje y mejorar la inteligencia al aclarar la confusión que puede surgir cuando tenemos pensamientos que van en contra de la sabiduría y el sentido común.

La sodalita también es una de las piedras del corazón y por ello se considera una piedra calmante. Se aconseja llevar una sodalita en forma de dije a la altura del pecho. Esto convierte a la sodalita en una gema ideal para entender nuestros sentimientos. Puede ayudar a poner fin a las discusiones porque hace posible una comunicación clara.

La sodalita también se puede usar en aquellas personas que, cuando duermen, desean tener sueños espirituales y poder interpretar sus mensajes. Por eso se recomienda colocarla cerca de nuestra cama, ya que nos hace pasar la noche más relajados, más tranquilos y con mayor receptividad.

En conclusión, el efecto calmante de la sodalita puede ayudar a crear orden en el caos y traernos la paz que tanto necesita nuestro corazón.

 

 

 

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