LOS NIÑOS DE LA SUERTE
Las imágenes de un niño y una niña, colocados en las puertas de entrada de las tiendas o de los restaurantes chinos, se conocen como “Niños de la Suerte” o “Pareja de Oro”.
Se trata de dos niños ataviados con trajes tradicionales chinos de colores vistosos y brillantes. Se deben poner uno a cada lado, dando la bienvenida a todo el que entra al lugar. Se consideran símbolos de protección, suerte y felicidad.
Originalmente, se fabricaban de arcilla, de ahí que también se les llamara “los niños de arcilla”. Posteriormente, fueron dibujados en papel para facilitar su colocación y evitar que se quebraran.
Esta pareja de niños es muy popular en las artes tradicionales de toda China, y siempre se muestran con diferentes objetos auspiciosos en sus manos: monedas doradas, lingotes de oro, o carteles con ideogramas de buena suerte y prosperidad. De ahí que también se suelen poner estas estatuillas cuando se va a vivir en una casa nueva o a abrir un negocio para que la energía vital o Chi ingrese.
Durante las celebraciones de Año Nuevo Chino, es frecuente que se usen niños de la suerte en la puerta principal o en la sala, dirigidos hacia la entrada, para atraer la riqueza durante el nuevo periodo que se inicia.
La leyenda de los Niños de la Suerte:
“En las colinas de Wuxi Huishan, provincia de Jiangsu, vivían dos amenazantes y feroces leones verdes que se alimentaban de los niños del pueblo. Los residentes no podían soportar las atrocidades y el sufrimiento por más tiempo, por lo que le rogaron a los espíritus una solución.
Sus plegarias finalmente alcanzaron al Emperador de Jade en el cielo, quien envió dos espíritus a la tierra. Los espíritus se transformaron en dos niños, y por medio de su astucia y habilidad, lograron someter a los leones. Estos dos niños se convirtieron en hijos espirituales, primero de la provincia y pronto de toda China, y eran venerados como Da A Fu. Su devoción se difundió rápidamente como espíritus protectores y portadores de buena suerte”.
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