INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS SEGÚN LOS COLORES

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INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS SEGÚN LOS COLORES

Interpretar sueños es todo un arte. No es cualquier persona quien tiene la capacidad de leer símbolos o develar temores, sentimientos odeseos de nuestro subconsciente para concretarlos en el plano físico.

Una de las herramientas más importantes que usan quienes tienen el don de interpretar el significado de los sueños son los colores. La atmósfera, el lugar, las personas u objetos que aparecen en nuestros sueños son tan importantes como la gama de colores y los tonos con los que nuestro cerebro “pinta” tales imágenes, ya que a través de ellos se hacen más “reales” las emociones, sensaciones, miedos o alegrías que llegamos a experimentar mientras soñamos.

Los colores siempre están asociados a determinados reinos o sustancias del mundo natural y simbolizan estados del alma; conocer su significado nos ayudará a hacer más precisa la interpretación de nuestros  sueños.

Por ejemplo, si el soñador se ve a sí mismo acostado en una hamaca podría decirse que tiene una actitud pasiva ante la vida, pero si ésta fuera azul, su estado de calma representaría una actitud devota, un pensamiento dirigido a la divinidad. Si soñamos que no podemos atravesar una gran puerta roja, puede simbolizar el temor a enfrentarnos a un sentimiento que pugna por salir, a diferencia de si esa misma puerta estuviera pintada de otro color más suave.

Aquí dejamos una lista general de las principales representaciones de los colores a nivel onírico:

Azul: es el color del cielo, de la divinidad y por tanto de la devoción y pensamientos religiosos, así como de la inocencia. En el mundo de los sueños nos habla de la necesidad de orientar nuestra espiritualidad e iniciar la búsqueda de la paz interior.

Verde: es el color de la naturaleza, representa fertilidad, simpatía, adaptabilidad, crecimiento, frescura y vigor. Básicamente se le considera símbolo de percepción, sensibilidad, creatividad y sagacidad. Soñar con espacios verdes, pasto, bosques o espacios naturales y frescos, nos dice que hay un fuerte deseo por renacer o por comenzar nuevos proyectos: una familia, un negocio, un viaje.

Amarillo: es el color del sol, del oro, por tanto, representa la generosidad; es el color del intelecto. Una señal de que lo primordial es la luz sobre la oscuridad: que nuestras emociones nos agobian, pero que hay pronta solución.

Rojo: El rojo es el color del fuego, de la sangre burbujeante, de la pasión. Es el color del sentimiento, de la combatividad, del calor y del coraje. Indica que vienen cambios intempestivos, a veces muy fuertes o radicales.  Es un aviso para fortalecer nuestro carácter y resiliencia ante los embates de la vida.

Blanco: siempre representa la pureza, la inocencia, el nacimiento. Pero también indica vacío y soledad. Dependiendo de si en el sueño estamos tranquilos o nerviosos, así será la interpretación de este color.

Negro: representa el lado sombrío de la naturaleza y la incertidumbre. El negro es la oscuridad que precede a la luz, representa al inconsciente, los miedos y los temores. Si soñamos que estamos en un ambiente oscuro y sombrío, nuestros sueños indican temor ante una etapa nueva de la vida. Por el contrario, puede ser un impulso para tomar fuerza y salir de la tristeza.

Los demás colores suelen resultar de la combinación de los seis colores anteriores:

Violeta: simboliza el recuerdo, la nostalgia, la frontera que nos separa del más allá; es una mezcla de devoción (azul) y sentimiento (rojo).

Gris: es el color de las cenizas, representa el abatimiento, la inercia, la indiferencia, en algunos casos el miedo, el temor; es la neutralización de los colores.

Anaranjado: es el color del orgullo y la ambición, pero también de la iniciativa; reúne el color del intelecto (amarillo) y el del sentimiento (rojo).

Rosado: es el color de la carne, de los afectos, de la sensualidad y de las emociones; reúne en sí, el blanco (límite y nacimiento) y rojo (pasión y sentimiento)

Dorado: es la apariencia mística del sol.

Plateado: es el aspecto místico de la luna.

 

Y usted, cuéntenos: ¿de qué color fue su sueño de anoche?

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