EL AROMA SAGRADO DEL PALO SANTO
El palo santo es un incienso derivado de un árbol que crece en la costa pacífica de América del Sur, principalmente en Ecuador y Perú, lugares en los que fue usado desde la época precolombina.
Este árbol solo puede ser aprovechado como incienso una vez que la planta muere de causas naturales. Conforme la madera se va secando, poco a poco irá segregando un aceite natural, el cual es el que le da el particular aroma. Este proceso puede durar de unos 3 a 4 años. Si se corta un árbol para extraer madera, esta no tendrá ningún olor. Se dice que en este periodo la madera pasa por un proceso de transformación de un árbol común a un árbol sagrado.
El aroma de esta madera al quemarse se ha comparado con una mezcla de pino, menta y limón. Es como si se estuvieran quemando tres diferentes inciensos de una sola vez. Se puede combinar con salvia o copal para hacer una limpieza de espacios más profunda y duradera.
Su popularidad se debe a sus excelentes propiedades de limpieza energética: crea una atmósfera agradable y fresca, aumenta la frecuencia vibratoria de nuestro cuerpo y nos prepara para iniciar una meditación. También se dice que el palo santo estimula la creatividad y trae buena fortuna a todos aquellos que tienen la costumbre de quemarlo.
Además de las tradicionales varillas o la presentación en grano, el palo santo viene en astillas de madera de aproximadamente un centímetro de grosor y unos 10 centímetros de largo, que deben ser quemadas directamente. Ya sea con una candela, un fósforo o un encendedor, la llama se enciende y la astilla se coloca aproximadamente a un ángulo de 45 grados hacia la flama. Debe estar en contacto directo con el fuego aproximadamente unos 30 segundos y luego se retira. No se debe exponer todo el largo del palito al fuego, solamente el extremo que vayamos a quemar.
Este tiempo permitirá que la madera se queme lo suficiente para recorrer la casa, las habitaciones, los baños o aquellos lugares que queremos impregnar con su energía. Se pueden ir diciendo diferentes oraciones, peticiones o mantras durante el recorrido. El humo del palo santo también se puede usar para limpiar cristales de cuarzo, oráculos, cartas de tarot y otros objetos mágicos o sagrados.
Puede ser que el palito se apague durante el proceso de limpieza, en ese caso, simplemente se repite el procedimiento de encendido y se reinicia la purificación desde el punto en donde se detuvo. Cuando el palito se haya apagado, se coloca en algún recipiente resistente al calor, ya sea de metal, de cerámica o de vidrio. Hay que esperar que se haya enfriado completamente para volverlo a guardar.
Al ser una madera, la astilla tiende a absorber humedad del ambiente, por lo cual se recomienda mantenerla en un recipiente hermético o en una bolsa con cierre para que pueda quemarse fácilmente la siguiente vez que se vaya a usar y conserve su perfume tan particular.
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